Engaño de criminal a gobierno salvadoreño no termina en jefe de DECO; él hace referencia al mandamás: Martínez 
Carlos Martínez aseguró que el propio Rafael les contó que estaba engañando al gobierno porque quería recuperar a su hermana.
- Redacción AN / APV

Óscar Martínez, jefe de redacción del medio digital salvadoreño, El Faro, aseguró que el engaño que el narcotraficante Rafael Eduardo J, alias ‘Rafa’ o ‘Chafa’ le hizo a El Salvador, no termina en Raúl Eduardo Reyes Escuintla, jefe de la División Élite Contra el Crimen Organizado (DECO), quien negoció un trato con el criminal, ya que este siempre se refirió a un mandamás que le deba permisos.
“Arriba del inspector Reyes Escuintla solo podía haber tres personas: el director de la Policía, el ministro de Seguridad y Justicia y el presidente Nayib Bukele. El inspector Reyes Escuintla en sus negociaciones con Rafael, constantemente utiliza y voy a entrecomillar estos sustantivos, dice ‘-El patrón’ tiene que aprobármelo, el ‘mandamás’ debe darme ciertas autorizaciones, ‘el hombre’-, a esas personas se refiere”, informó en Aristegui En Vivo.
El pasado 16 de enero, El Faro publicó una investigación en la que explica que el Gobierno salvadoreño le reveló información de inteligencia a Rafael Eduardo J, le pagó los viáticos y hasta liberó a su hermana encarcelada, a cambio de que negociara con el Cartel Jalisco Nueva Generación la recaptura de uno de los líderes nacionales de la Mara Salvatrucha-13, conocido como el ‘Crook’, a quien liberó dos años antes de forma ilegal, sin que se sepa el motivo.
El gobierno salvadoreño emprendió una desesperada carrera para recapturarlo y retornarlo a El Salvador antes de las elecciones de febrero de 2024; y estuvo dispuesto a pagar un millón de dólares al CJNG para que raptara al líder pandillero y lo entregara –de preferencia vivo– en una ubicación secreta.
Reyes Escuintla fue designado como el inspector de la operación y este decidió apoyarse de “Rafa”, uno de los líderes del grupo criminal Barrio 18, quien con solamente ayuda de su teléfono, con el cual se comunicaba con Reyes, engañó a las autoridades de ese país, pues nunca cumplió con su parte; no negoció con el cartel mexicano y solamente lo fingió para conseguir que su hermana fuera liberada.
“(Reyes) es un personaje esencial en la trama, pero la trama no termina en él, y el problema es que a la persona que nosotros hemos logrado individualizar es a él, solo a él, y ya sabes lo que ocurre en gobiernos corruptos cuando alguien individualiza solo a una persona de la trama”, aseveró Martínez.
“Esta no era una operación de Reyes Escuintla, esta no era una operación que aparece en la fotografía, él estaba coordinando, sí, pero él no solamente hace referencias muy explícitas, sino que, repito, se liberan personas de una cárcel, lo cual no está en las manos de alguien, aunque sea el jefe de la división del crimen organizado, él hace referencia al ‘patrón’, al ‘mandamás’, agregó.
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Aseguró que, aunque no se tiene certeza de a quién se refiere, la operación no era solo de la Policía Nacional civil, ya que para liberar a la hermana del criminal tuvo que haberse involucrado no solo un juzgado, sino que también debió ser aprobado por el director general de centros penales, entre otras instancias.
Por su parte, el periodista Carlos Martínez consideró interesante la desesperación e ingenuidad de las autoridades del país, al poner al líder de una organización élite a caer en un engaño tan burdo, elaborado por un solo personaje, teniendo como único recurso, un teléfono.
“Rafael los mareo y les dijo: estoy haciendo mis investigaciones, estoy conversando con ellos, estoy paseándome por México haciendo contactos y finalmente les dijo: ‘los señores del narco han establecido su precio y mi pandilla también, el narco pide un millón de dólares, mi pandilla pide 200 mil y yo pido 50 mil dólares’ y este otro señor le responde que está bien, que están dispuestos a pagar eso”, explicó.
Carlos Martínez aseguró que el propio Rafael les contó que estaba engañando al gobierno porque quería recuperar a su hermana.
“Era todo mentira, este señor jamás había venido a México a hablar con esa gente, su pandilla no estuvo involucrada en esto, y él nunca se puso en contacto con el Cártel Jalisco Nueva Generación”, aseveró.
Tanto Óscar Martínez, como Carlos Martínez, coinciden en que el próximo 4 de febrero, cuando se realizan elecciones presidenciales en El Salvador, el actual presidente del país, Nayib Bukele ganará nuevamente, por lo que desde ese día, el país dejará de ser una democracia y comenzará a ser una dictadura.
“No solo va a ganar febrero, sino que las de marzo que son las de alcaldes, va a arrasar porque Bukele modificó la estructura administrativa del país, hizo que el Salvador pasara 262 municipios a 44, haciendo cálculos matemáticos con las elecciones de 2021 para controlarlo todo”, sostuvo Óscar Martínez.
Aseguraron que aunque el Gobierno ha desarticulado a las pandillas en el país, lo que le ha valido la simpatía de la gente, las prácticas que realiza para detener a los criminales atentan a los derechos humanos, mientras que las carpetas de las personas privadas de la libertad no son públicas.
“Todos los juicios del régimen de excepción judiciales tienen secreto de estado, no puedes conocerlos, pero nosotros tuvimos más de 600 expedientes. Muchas de esa gente estaban capturadas por nerviosismo, es el argumento de su captura, gente que se está pudriendo en prisiones, donde han muerto casi 200 personas, que se ha podido comprobar gracias a las organizaciones de Derechos Humanos, porque estaban nerviosas, esa gente que proviene del barrio que las pandillas controlaban eran víctimas de las pandillas”, acusó Carlos Martínez.
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